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Lucha Social
Desde que hice mi internado médico para la especialidad de Neurocirugía, pude percatarme de la situación injusta que vivían los residentes médicos, a quienes si bien se les asignaban responsabilidades de profesionales de la salud no se les reconocían derechos como trabajadores y, al considerarlos como becarios el trato que recibían era totalmente injusto y hasta abusivo en ciertos casos.
Eso fue lo que me motivó en 1994 para emprender una lucha por mejores condiciones para estos trabajadores de la salud, consciente de que al lograrlas se estarían obteniendo condiciones más justas y equitativas que, finalmente, se reflejarían en una mejor atención y por ende en una mejor preservación y cuidado de la salud de los pacientes, nuestro centro de atención y motivo de ser.
De esta manera, en 1995 y a raíz de diferentes movilizaciones, reuniones con las autoridades de salud y paros de labores de más de 4 mil médicos residentes de 40 hospitales del país, es que se logró el acuerdo con la Secretaría de Salubridad y Asistencia en el que se garantizaban ingresos justos, apoyos alimenticios y de viáticos, facilidades y elementos para una mejor formación y la creación de un bufete de asesoría jurídica y representación médico-legal para todos los residentes del país.
Hoy mi lucha continúa en diferentes ámbitos y con acciones variadas, en esa búsqueda permanente de las condiciones óptimas y la prevalencia del derecho, la justicia y la ética en el ejercicio médico, para que éste se desarrolle con seguridad plena y garantías para los profesionales de la salud y de esta forma servir mejor a nuestros pacientes.